“Dentro de las dos semanas de nacida mi hija Reese en 2006, notamos un punto rojo brillante prominente (hemangioma) en la cara, y alrededor del ojo. Nuestro pediatra nos derivó a la Dra. Ana Duarte, que marcó una gran diferencia en nuestras vidas.
Reese comenzó a recibir tratamientos láser mensuales para restringir el crecimiento y aligerar o quitar la gran marca de nacimiento vascular prominente de su carita. También nos solicitó exámenes oculares de rutina para asegurarnos de que el hemangioma no afectara el desarrollo de la visión. Después de un año completo de tratamientos, el hemangioma de Reese desapareció gradualmente y mi bebé (que ahora tiene tres) tiene la cara de un ángel, sin vestigios del hemangioma que solía ser prominente.
Cuando Reese era bebé, todos la miraban, preguntaban qué problema tenía y por qué le sangraba el ojo (parecía que estaba sangrando). Cuando otros niños se le reían, se nos destrozaba el corazón por ella. Gracias a la Dra. Duarte por su rápido diagnóstico, plan de tratamiento definitivo, motivación y ‘toque mágico’. Ahora nuestra dulce pequeña tiene una cara perfecta y su vista también es perfecta”. Una historia de éxito rotundo”.
Liz, Miami, Florida